- Quiere que lo recuerden por el impulso que le dio al tema de la equidad.
- Durante cuatro años la rumba fue cero y le faltó tiempo para ir a misa.
- No descarta la aspiración a la Presidencia de 2010.
- Gaviria espera que los proyectos exitosos de Antioquia no se trunquen.
- La Presidencia, un reto que seduce
Por
Gloria Luz Gómez Ochoa
Medellín
Que lo saquen de casillas es muy fácil, pero que se le note no tanto. A Aníbal Gaviria Correa, el gobernador saliente, no le quedó tiempo para rumbear y muy poco para ir a cine. De Guillermo y Emiliana, sus hijos, se perdió muchas cosas, pero los domingos los convirtió en el día divertido con casitas y caritas al desayuno que él mismo preparaba.
Durante los primeros cuatro meses de 2008 Aníbal se dedicará a hacer reuniones con dirigentes y a tantear el ambiente político del país, recorrerá el camino de Santiago de Compostela y más tarde irá a Boston a estudiar un magíster en Administración Pública.
No descarta la idea de lanzarse a la Presidencia en 2010, porque asegura que no se le arruga a ningún reto. Pero todo lo hará con calma y a su tiempo. Está seguro de que el proyecto político que inició en Antioquia le cabe a todo el país.
Este hombre, rezandero y devoto de San Roque, siempre tiene una oración en la noche para dar gracias por el día que termina y le entrega a Dios el próximo.
Dice que no le encuentra defectos a su esposa, Claudia Márquez, y aunque es hincha del DIM, se retiró de una reunión con el presidente, Álvaro Uribe Vélez, en Bogotá, para asistir a la final de Nacional.
En entrevista con EL COLOMBIANO nos cuenta algunos de sus planes y de su vida personal.
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Qué siente ahora que se va de la Gobernación? ¿Tiene tristeza, está haciendo el duelo? "Primero se siente, personalmente, con Claudia, con el equipo de gobierno, una gran satisfacción. Porque las obras se ven, los resultados se ven y hay un reconocimiento de parte de la gente, de los municipios, de la ciudad, la dirigencia, las instituciones y de medios de comunicación nacionales y departamentales.
Yo diría que no hay tristeza ni hay duelo. Son etapas que terminan e inmediatamente aparecen otros retos. Si uno se paraliza empieza a sentir nostalgia. No, aquí no hay parálisis, aquí esto es dinámico".
¿Y qué es lo que va a hacer luego de entregar la Gobernación? "Los primeros cuatro meses voy a hacer reuniones con dirigentes políticos tanto del departamento como del país. Voy a estar escuchando a las personas que apoyaron este proyecto político durante estos siete años. De manera que al escuchar estas personas y palpar el ambiente político se puedan tomar decisiones hacia el futuro. Un proyecto que en siete años produjo una transformación en Antioquia tiene toda la razón de querer extenderse y de permear otros espacios nacionales. Así lo hemos palpado por las distintas solicitudes de los gobernadores electos como Antonio Navarro, Horacio Serpa y Andrés González.
Luego viajaré a Estados Unidos a estudiar en Boston una magíster en Administración Pública.
También tiene pensado recorrer el Camino de Santiago de Compostela. "Me voy porque hace 10 años estoy tratando de hacer ese recorrido y cada vez se me presenta una situación externa que me lo ha impedido. Primero el secuestro de Guillermo, luego el asesinato y posteriormente toda la responsabilidad de la Gobernación. Espero hacerlo con parte de la familia que también ha tenido ese anhelo hace mucho tiempo. Eso tiene su fuerza de reflexión, que quiero aprovechar para ir ordenando cosas de mi vida".
¿Cuál fue el momento más difícil de esta Gobernación? "Los momentos más difíciles siempre fueron los relacionados con problemas de orden público y sobre todo cuando se presentaba el asesinato de niños o devastaban familias completas. Uno siente la impotencia frente a la violencia, frente al dolor. Recuerdo el asesinato de una familia en Argelia, donde solo sobrevivió una niña. Fue un momento muy duro".
¿Cuál fue el momento más feliz? "Es difícil elegir un momento. Son muchos y todos relacionados con las visitas a las comunidades, con la gratitud de las personas. Lo que recuerdo con más cariño sucedió en Peque. En la mañana íbamos en un recorrido trotando y una señora salió de una chocita y me dio una bolsita negra con un quesito. Era todo lo que tenía. Le pregunté qué quería y me dijo que quería darme las gracias por visitar a Peque. Me pareció un acto de gran generosidad. Esa fue la única persona que yo le dije al gerente de Viva que la incluyera en los beneficiarios de vivienda".
¿En cuatro años de intenso trabajo qué tiempo le quedó para la familia? "No es por quejarme ni por hacerme el sacrificado, pero en realidad, muy poco. Por eso, aunque pueda haber un poco de tristeza, también hay trazos alegría. Ahora tendré la oportunidad de estar con mis hijos, que son muy pequeños. Me he perdido momentos que no se pueden recuperar. Guillermo tiene tres años y medio y Emiliana seis y estas son épocas muy lindas, porque es cuando están aprendiendo todo. Es una gran alegría volver a la familia y a mis padres".
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A qué jugaba el Gobernador con sus hijos, en el poco tiempo que le quedaba libre? "Lo primero es que me encanta leerles. Esos son los regalos que me gusta que les den a mis hijos. Pero también jugamos a los rompecabezas, a dibujar paisajes, a las escondidas. Pero hay algo muy especial que hacíamos los domingos: en la mañana era yo el que les preparaba el desayuno y para que comieran entonces les hacía figuras, casitas y caritas, con las tostadas y los pancakes. Ellos anhelaban ese día y le fueron cogiendo cariño al desayuno de los domingos".
¿Durante estos cuatro años a dónde se fue a rumbear. En qué se divertía? "Los pocos momentos libres estaba con la familia. Mis aficiones eran trotar, montar a caballo y recorrer algunos municipios de incógnito. Me iba por rutas no muy conocidas, para descubrir paisajes, parajes que no son comunes. El cine muy poco. Ir a rumbear, en estos cuatro años, cero".
¿Cómo define Aníbal Gaviria a su esposa? "Claudia es una mujer muy integral y completa. Ha hecho una labor extraordinaria como madre, porque suplió mi ausencia. Como compañera, amiga, apoyo del Gobernador, del hombre y de la persona, excelente. Como Primera Dama hizo una gran gestión. Además, tiene atributos físicos muy especiales. Es una mujer muy linda, muy fresca. Tendrá sus defectos, pero yo no le he percibido muchos".
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Para cuál deporte es bueno y para cuál es negado? "Toda la vida he sido amante del deporte. He practicado muchos, pero ninguno a nivel de alta competencia. Algunos hasta nivel de media competencia. En fútbol fui de la selección de la Universidad y del Colegio. En atletismo he participado en cuatro maratones de Nueva York y en todas las media maratón de Medellín desde hace siete años. En ciclismo participé hace 15 años en una clásica Frescola. En general soy buen deportista, pero muy abandonado en estos cuatro años".
¿Aníbal Gaviria es muy católico?. ¿Cómo siente a Dios? "Todos los días rezo por la noche. Con los niños el Ángel de la Guarda y luego hago oraciones de reflexión. Doy las gracias por el día que termina y pongo en las manos del Señor el próximo. A veces no me quedaba tiempo para ir a la misa".
Entonces debe tener un santo de devoción ¿Cuál es? "San Roque. Me lo empecé a encontrar en la vida hace 15 años. Cerca de la finca de La Ceja encontré una vereda llamada San Roque y el día que fui allá era el día de San Roque, un 16 de agosto. Después fui en un viaje familiar a Francia y España y me lo encontré en todas las iglesias. El día antes del secuestro de Guillermo, cuando íbamos en la marcha pasamos por Córdoba, un corregimiento de Sopetrán, y allí está la iglesia de San Roque. Ese día Guillermo me dijo "hay que ayudar a reconstruir esta iglesia" y en las cartas, desde el cautiverio me escribía que no olvidará el compromiso con el santo de los caminantes. María Auxiliadora y la Madre Laura también son mi devoción. Me tocó asistir a la beatificación de la Madre Laura; ese tal vez fue el momento más feliz e inolvidable".
¿Qué lo saca de casillas? "A mí me sacan de casillas bastantes cosas, pero pocas veces se me nota. Intento al máximo no explotar. Lo que más me desespera es que las cosas no avancen. A mí no me cansan el trabajo ni las jornadas largas, me impacienta enormemente la lentitud".
¿Qué dice y qué piensa el Gobernador cuando le echan piropos? "Me quedo callado... (ríe). Los piropos los interpreto más como que a la gente le gustan los gobernantes jóvenes. A veces me veo en la televisión con Claudia y los niños y me digo: se ve bacano un gobernador joven".
¿A Aníbal qué lo hace llorar? "Siempre se me salen las lágrimas con el dolor de la muerte. La muerte violenta me afecta muy duro, la de cualquier ser humano. Le hago una confesión, que para algunos puede sonar ridícula: me duele la muerte de cualquier persona. Yo recibo el boletín de muertes todos los días y me afecta bastante. Tampoco puedo negar que se me salen las lágrimas de felicidad".
El adiós del Gobernador
¿Cree que se equivocó en algo? "Miro hacia atrás y, no es que quiera aparecer infalible, pero me parece que cuando uno actúa de buena fe las cosas le salen bien. Algunos piensan que me equivoqué en el planteamiento sobre la venta de la Fábrica de Licores, yo estoy tranquilo y convencido de que debíamos hacerlo. Y empezamos a trazar la ruta. Citamos a extras de 10 días en diciembre y las ordenanzas no fueron debatidas por la Asamblea. No creo que esto fuera error nuestro, error de los diputados que no tramitaron ordenanzas importantes, no para este gobierno, sino para el departamento".
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A qué le hubiera querido dar más fuerza y tener mejores resultados? "Al tema de los cultivos ilícitos. Antioquia tiene hacia el futuro, y en general el país, un gran problema. La fumigación como yo la veo no está funcionado. Hace cuatro años en el departamento había 6.000 hectáreas de coca sembradas, y hoy, según los registros, hay 4.000 o 5.000, más o menos lo mismo, y se han fumigado 30.000 o 40.000 hectáreas. Hicimos el primer proyecto piloto de sustitución de cultivos en Anorí y Briceño, pero eso se tiene que multiplicar mucho más".
¿Cuál es la obra que en 10 o más años usted dirá: "esta la hice en mi gobierno". ¿De la que más orgulloso se siente? "Soy un convencido de que las obras físicas son trascendentales en el desarrollo, pero los cambios de mentalidad y los culturales son los más fundamentales. Más que por obras físicas yo quiero que recuerden este gobierno por haber puesto en el centro de la discusión el tema de la vida y la equidad con el proyecto de Alianza de Antioquia por la Equidad. Porque se empezó a mostrarles a los antioqueños que aquí hay enormes desigualdades".
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Qué vio su hermano en usted que lo dejó encargado de las banderas de este proyecto político? "No sé, Guillermo era un hombre de una gran visión. Tuvo la premonición de dejar a Eugenio Prieto encargado, un hombre que lo hizo con lealtad y buenos resultados. En sus cartas él decía que yo tenía mucho conocimiento del departamento, pero él habla más de la solidaridad. Yo lo resumiría así: él vio en mí el inmenso amor que nosotros tenemos y que yo tengo por Antioquia. No me atribuyo otras virtudes ni otras capacidades".
¿Quiere ser Presidente de la República, se va a lanzar a la Presidencia? "Eso no es de uno querer o no querer. No se llega a la Gobernación ni mucho menos a la Presidencia porque uno quiere. Se llega porque se reúnen una serie de características que lo permiten. Lo más importante es que la gente quiera y eso es lo que uno tiene que palpar. Pero no descarto ese camino. No me le arrugo a ningún reto. El tema de la Presidencia es algo que hay que tomar con calma. Uno debe tener el afán de servir, pero no el de llegar. Vamos a avanzar en ese sentido. Lo que hicimos en Antioquia es reconocido por todo el país y superamos todos los retos. El mejor laboratorio de Colombia es este departamento. El discurso nuestro le cabe a Colombia".
¿Le teme a que este proyecto político que usted impulso en Antioquia se pierda? "Espero que no se trunquen todos los programas y los proyectos que han sido exitosos. Sería fatal para Antioquia perder el impulso con el que la dejamos. Por otro lado, nuestro proyecto político tiene que ser capaz de fortalecerse y avanzar sin tener el poder del departamento".
Sus críticos dicen que propuso la venta de la FLA para favorecer a su familia. "Las personas que han lanzado ese tipo de cizañas rastreras son los enemigos de la venta. Pero es porque ellos han vivido de esas distribuciones, han tenido que ver con las corruptelas, mi familia ha estado por fuera de todo eso. Estoy cada vez más convencido de que debe venderse. Nunca dije que se vendiera en este gobierno. Para negociarla se debe contratar una banca mundial. El Departamento tiene que ser socio de Pescadero-Ituango y para eso la única forma es vender la FLA".
Usted es hincha del DIM.
¿Cómo celebró la décima estrella del Nacional? "Soy hincha del DIM, pero para muchos soy muy poco fanático. En el Nacional tengo muy buenos amigos como Víctor Aristizábal, un gran ser humano. El día del partido final estaba en una reunión con el Presidente y todos los gobernadores, en Bogotá y me salí porque venía para el partido. Pero el vuelo salió retrasado por la lluvia y llegué para el segundo tiempo".
¿Algo para despedirse? "Sí ¡que viva Antioquia!".