- Estudio halló que en 60% de los casos, ellos tienen la última palabra.
- Así es el joven de hoy, según los análisis y diálogos del encuentro.
- Congreso de padres trató el tema de los cambios en los adolescentes.
Colprensa, Bogotá Afrontar la adolescencia de hoy es otra cosa ¿Más fácil o complicado? Depende de cómo se asuman las actitudes del adolescente y cómo éste reciba las señales de autoridad.
Mientras en antaño la palabra de los padres era ley, hoy esas "normas" son impuestas por el 60 por ciento de los jóvenes, en su mayoría hijos de hogares separados o padres que trabajan todo el día, por lo que los muchachos reemplazaron esa figura por la Internet.
Ante esta situación, padres de familia de colegios de todo el país organizaron el primer Congreso de padres, para entender la realidad del adolescente actual y buscar estrategias que mejoren sus relaciones.
"Luego de ver las conclusiones, los padres nos dijeron: nosotros no sabemos manejar los hijos, se nos fueron de las manos", indicó Sor Blanca Castro, Presidenta de Confederación Nacional Católica de Educación (Conaced), organizadora del evento.
Pero ese comportamiento juvenil se debe a la soledad con la que los niños han tenido que enfrentar el mundo en el momento en que se transforman física y psicológicamente.
"La adolescencia es la primera oportunidad que tiene un padre de familia para mirarse al espejo, evaluar su proceso educativo y examinar si ha hecho bien o mal su trabajo", explicó Alma Puentes Pineda, especialista en orientación familiar, del Instituto de la Familia de la Universidad de la Sabana.
Música, celular e internet Cada joven es diferente, único y cambia de forma constante, pero existe una esencia o aspectos característicos en la adolescencia.
La actual juventud marcha al ritmo de la tecnología, por eso es casi imposible que viva sin celular Internet o música.
La web y otros medios de comunicación son muy influyentes en sus actitudes y estilos de vida.
Allí los menores buscan modelos para seguir, sin ninguna orientación.
En esa etapa hay una enorme necesidad de aceptación, por eso los jóvenes "fabrican" su cuerpo o intentan mejorar su aspecto con cirugías estéticas e incluso cayendo en anorexia o bulimia.
"El afán de aceptación y los medios de comunicación hacen que solo se sientan lindos o lindas cuando se ajustan al prototipo de la publicidad", comentó Puentes Pineda.
¿Cómo me veo? Los niños del inicio del siglo XXI tienen una gran necesidad de afecto y atención no material sino emocional.
"Los afecta demasiado su aspecto físico, nunca están conformes y se escudan en prácticas como el uso de las drogas alucinógenas y el alcohol". Estas revelaciones fueron hechas por el estudio de Conaced, en el que también se muestra que dichas dependencias no llegan solas, sino por alguien que se acerca al joven, se gana su confianza volviéndose "amigo" para venderle drogas.
A pesar que existe un alto índice de adicción de los jóvenes a las drogas y el alcohol, los energizantes se están constituyendo en una nueva adicción.
"Ellos necesitan esas bebidas para tener cuerpos resistentes", precisó el psicólogo Germán Muñoz.
Y en este aspecto los padres deben estar atentos, pues se trata de bebidas que, si se beben en cantidades exageradas, pueden causar daños al cuerpo, según lo han constatado los médicos que reciben los fines de semana a jóvenes intoxicados que bebieron una alta dosis de energizantes.
Prisa por vivir Pero estos menores son exploradores permanentes, todo les despierta la curiosidad y pocas cosas les producen temor. De acuerdo con los sicólogos, aunque es una situación positiva, también dispara el consumo de alucinógenos y los embarazos prematuros en los adolescentes.
Tienen prisa por vivir, hacen muchas cosas para explotar al máximo cada momento, pero cuando nada llena el vacío viene la depresión y al no encontrar en quien refugiarse, muchos de ellos llegan al suicidio.
El primer consejero es el amigo, porque además de que el papá o la mamá pocas veces se encuentra, su amigo si lo apoya, lo entiende y lo escucha.
Por eso quieren manejar la libertad sin admitir reglas, lo que genera conflictos, al buscar hacer lo que quiere y "los padres no tienen la autoridad moral, muchas veces, para llevar las riendas", declaró la religiosa de Conaced.
Sus propias normas Otro de los hallazgos de la investigación es que los niños son muy inteligentes, saben poner sus normas y manipular a los padres.
Pero también se vio en las encuestas nacionales la aparición de enfermedades que antes ni se mencionaban en personas jóvenes como hipertensión y estrés.
Estos adolescentes tienen un enorme deseo de autonomía, quieren ser originales y "frescos", por eso hablan diferente, visten de manera descomplicada y son tan innovadores que hasta lo reflejan en sus peinados.
El psicólogo Muñoz, agregó que los adolescentes de hoy son independientes, hacen propuestas novedosas y auténticas. También sueñan con el ideal de cambio, la aventura y rechazan su impotencia ante los hechos que no pueden transformar.
"Los niños a esas edades reclaman autoridad, pero también que les den argumentos para sentirse importantes y que les preocupan a su familia. Pero nos asustamos cuando empiezan a pedir más pita", dijo la orientadora de la Universidad de la Sabana.
Las conclusiones del congreso proyectan intervenciones eficaces, para orientar a los hijos, el acompañamiento y la interacción frecuente y activa entre la escuela y la comunidad.
En salud sexual les falta información ?Según los datos del Dane que constan en la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (Profamilia-2005), en Colombia hay cerca de nueve millones de personas entre los 10 y los 20 años. Allí se encuentra el grueso de los adolescentes del país.
?Esa misma encuesta revela que, en el caso de las mujeres entre 25 y 49 años, la edad mediana para la primera relación sexual rodea los 18.3 años, un año menos que lo que reveló esta misma encuesta hecha en 2000. La proporción de mujeres de 25 a 49 años, que tuvieron su primera relación sexual antes de los 15 años pasó de 8 por ciento en 2000 a 11 por ciento en 2005, señala el informe.
?El estudio reveló que aunque el conocimiento del sida es general, las niñas de 15 a 19 años son las que menos saben del tema.