- 200 millones de pesos de recompensa ofreció el Gobierno.
- Moto bomba fue activada frente a una estación de policía.
Colprensa, Cali En una motocicleta con remolque, que dejaron abandonada frente a la estación de Policía del Vallado de Cali, las Farc camuflaron 40 kilos de explosivos que fueron activados contra la institución. La trampa explosiva mató a cinco policías, un civil y dejó 23 personas más heridas.
Con este nuevo atentado, las Farc continuaron con su accionar terrorista para rechazar la posesión del presidente Álvaro Uribe Vélez en su nuevo periodo presidencial.
Al atentado en la capital vallecaucana, se sumó la des activación de un camión-bomba, con el que se pretendía atacar a la Fuerza Pública en vía pública en Pasto, Nariño.
El atentado se registró a las 6:55 a.m., frente a la estación de Policía del Vallado en el Distrito de Aguablanca, una de las zonas más deprimidas de la ciudad.
Además de la muerte de los agentes, la onda explosiva destruyó dos patrullas, cuatro motocicletas de los uniformados y un carro particular. La estación de policía y 120 viviendas y locales comerciales vecinos sufrieron serios destrozos. "Fue impresionante. Jamás imaginé algo tan pavoroso, pensé que se había llegado mi hora", dijo uno de los pobladores del barrio, quien clamaba apoyo del Gobierno.
Los agentes muertos fueron identificados como John Salazar Reyes, José González Daza, Alexander García Hernández, Rubén Aguado Espinoza y Óscar Estrada Ospina. El civil muerto fue identificado como James Fernández, un minusválido, de 42 años de edad. Angelino Garzón, gobernador del Valle del Cauca, condenó el atentado y lo atribuyó a la guerrilla de las Farc. "Quiero decirle a la guerrilla que reflexione, que nada gana con este tipo de violencia pues los únicos que sufren son los pobres, esto no hace sino generar zozobra, dolor y tristeza".
Los presidentes de los Parlamentos de Integración presentes en la I Reunión de Trabajo de la Asamblea Eurolatinoamericana calificaron como "un hecho lamentable" el acto terrorista. Por su parte, los presidentes del Parlamento Europeo, Joseph Borrell, Centroamericano, Julio Palacios, y Latinoamericano, Jorge Pizarro, repudiaron el episodio.
El Gobierno Nacional ofreció una recompensa de 200 millones de pesos a quien entregue información ayude a identificar a los responsables.
Serie de ataques dejan 24 muertos El 31 de julio, en el sitio La Carbonera, del municipio de Tibú, 15 militares murieron al caer en un campo minado.
Los militares se encontraban atendiendo una presunta emergencia por la presencia de guerrilleros en la vía entre Tibú y el corregimiento La Gabarra, de quienes se dijo estaban quemando carros y haciendo retenes ilegales.
Cuando se encontraban a la altura del kilómetro 16, a unos 40 minutos de Tibú, cayeron en el campo minado.
También el 31 de julio, en vía pública de Bogotá, fue activada otra carga explosiva contra un camión en el que se transportaban más de 40 militares. En el acto murió un civil. Un total de 22 uniformados resultaron heridos, varios de gravedad.
La carga explosiva además afectó unas 70 viviendas del sector. La trampa fue instalada en un auto Mazda 626, que fue dejado a un lado de la vía, cerca a una de las guarniciones militares de la Capital. Al parecer, fue detonado con un teléfono celular.
Al día siguiente de los atentados en Bogotá, el pasado primero de agosto, las Farc continuaron con su escalada armada, esta vez en Nariño, donde dos soldados murieron y seis más resultaron heridos, cuando inspeccionaban una casa bomba.
Los hechos ocurrieron en La Guayacana, en la vía que de Pasto conduce a Tumaco. Ese mismo día, dentro de la escalada armada contra la posesión del Presidente para su segundo mandato, también hubo ataques armados en Cali y Tuluá.