- En letras e instrumentos hay 66 especies de plantas identificadas.
- Carlos Vives, en Plaza Mayor disfrutando de la botánica y el vallenato.
Por
Gloria Luz Gómez Ochoa
Medellín
Qué tiene que ver la botánica con el vallenato, aunque usted no lo crea mucho y tanto que sin ella la inspiración no sería posible.
La pregunta también se la hicieron los asistentes al programa gratuito de encuentros sabatinos con la ciencia y la tecnología realizados por el Parque Explora de la Alcaldía de Medellín.
Para el tema tuvo suficiente repertorio y Álvaro Cogollo, director científico del Jardín Botánico, fue el encargado de dar las respuestas que durante varios años han hecho parte del matrimonio entre el vallenato, su gran pasión y la botánica su profesión (biólogo).
Así descubrió en las letras de las canciones, e incluso en los mismos instrumentos, la presencia de 66 especies, de 51 géneros, de 36 familias botánicas que hacen parte de la inspiración vallenatera.
No sólo Cogollo habló del tema, el evento estuvo amenizado por un conjunto vallenato y la presencia del samario Carlos Vives, quien también se gozó la conferencia al ritmo de los paseos vallenatos, los vallenatos sabaneros y los merengues.
"Debajo, debajo del higuerón donde siempre te esperaba", una canción dedicada a la flor del higuerón, la que nunca nadie a visto, asegura Cogollo, pero que según el mito quien la obtenga será el hombre más verraco de la región. Y es que no sólo el vallenato es folclor, música o tradición, también es un reflejo de la naturaleza, como lo expresó Vives. "Es una gran idea acercar, a través del vallenato, que le gusta tanto a la gente, los conocimientos botánicos".
Las ceibas, los campanales, los guayacanes, el cañaguate, el higuerón, la bonga, (otra especie de ceiba) los paisajes de las región del Caribe colombiano o el árbol del cardón guajiro que fue motivo de inspiración para Leandro Díaz, que pese a ser ciego de nacimiento fue capaz de describirlo en sus canciones.
Por eso, cuando "llegan las horas de la tarde y los estoy mirando exactos como son", es claro que es una canción dedicada al paisaje de la región del César.
De la guacharaca, la caja y el acordeón también salió: "en el cañaguate está mi martirio, negra porque me olvidaste y yo no te olvido". Porque con flores, árboles y plantas es que también se hace el vallenato.