- El barro azufrado es considerado como medicinal.
- El fenómeno natural se presenta cada siete años, en promedio.
- La aparición del islote es recibido como un presagio de prosperidad.
Por
Carlos Mario Gómez J. Medellín
Todo empieza con un fuerte temblor de tierra y entonces la gente en el corregimiento de Damaquiel ya presiente que se trata de la isla.
Como el fenómeno ocurre más o menos cada siete años ya existía la sospecha entre los pobladores de este corregimiento de San Juan de Urabá que este 2007 podrían ser testigos nuevamente de la salida del islote.
En efecto, el pasado viernes 12 de enero, en la madrugada, Arialdo Mosquera sintió que la tierra se estremeció. Su casa se agrietó un poco.
"La isla, la isla, la isla", oyó Arialdo que gritaban en las casas vecinas. El susto por el temblor, se combinó con un sentimiento de alegría.
Esto porque la creencia en Damaquiel es que cuando la isla sale a flote también viene con tiempos de prosperidad.
Arialdo, de 51 años, es oriundo de Nuquí (Chocó), pero hace 25 reside en Damaquiel, que está situado a treinta minutos en carro de San Juan de Urabá.
Por estos días la romería no para, porque la gente del casco urbano viene a apreciar el islote, al igual que de los pueblos vecinos también llegan decenas de visitantes.
Tomás Marrugo, secretario de Educación de San Juan, ya fue a Damaquiel con su familia. Aprovechó para bañarse.
La isla emerge a unos 200 metros de las casas de Damaquiel, que es un corregimiento de aproximadamente 3.000 personas. No es muy grande el islote. El barro, con fuerte olor a azufre, es utilizado por los visitantes para embadurnarse, porque la creencia es que es muy medicinal.
Quedan a flote una pequeñas piedras parecidas al oro, que la gente se lleva de recuerdo o para elaborar artesanías, según afirma el secretario de Educación de San Juan de Urabá.
Así como emerge, repentinamente también desaparece. Su duración a la vista es más o menos de un mes. Señala Tomás Marrugo que a partir de ese día los pobladores empiezan a esperar el día del regreso.
Cada siete años emerge la isla ¿Por qué ocurre este fenómeno? De tiempo atrás, una explicación dada por las autoridades de San Juan de Urabá señala lo siguiente: existe una especie de oído del volcán de San Pedro de Urabá que llega hasta el mar, porque los volcanes centrales dan origen a oídos hasta de 20 a 30 kilómetros.
Cuando hay algún movimiento sísmico, la isla sale, eso ocurre aproximadamente cada siete años. La isla tiene pequeñas piedras parecidas al oro, que la gente se lleva de recuerdo y un barro azufrado con el que la gente se embadurna porque la creencia es que es muy medicinal.