- Presidente de la entidad llamó a la calma, sobre todo, a nuevos accionistas.
- La Bolsa de Colombia sintió el pánico mundial y cayó un 7,65%.
- Los mercados no leyeron anuncios del Presidente de Estados Unidos.
por
Francisco Javier Arias R.
Medellín
Todo parece indicar que el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, no logró convencer a nadie con las medidas que anunció el viernes para apaciguar los síntomas de una recesión económica. Según los analistas de las bolsas, que ayer cayeron en todo el mundo, el paquete de medidas con ayudas estatales por 145.000 millones de dólares generó más pesimismo que optimismo en torno a los efectos de una recesión en la principal economía del mundo.
La Bolsa de Valores de Colombia no fue ajena a este pánico mundial. Ayer cerró con una caída del 7,65 por ciento, afectada por el derrumbe de los mercados globales, ante los temores a una recesión en Estados Unidos. El Indice General de la Bolsa de Colombia (Igbc) terminó en 8.251,22 unidades y con una "descapitalización" de 20,74 billones de pesos, en una sesión en la que se negociaron 89.121 millones de pesos (45,2 millones de dólares).
Fuentes de la Bolsa dijeron que se trata de la cuarta caída más drástica en la historia del índice accionario. La más fuerte ocurrió el 12 de junio de 2006, cuando la bolsa mostró una caída del 10,4 por ciento, que la obligó a suspender operaciones.
En lo corrido del 2008, el índice General de la Bolsa de Colombia muestra una caída del 22,84 por ciento, frente a un retroceso de un 4,18 por ciento en todo el 2007.
Juan Pablo Córdoba Garcés, presidente de la Bolsa de Colombia, explicó que, aparte de la lectura que los mercados hicieron de los anuncios del presidente Bush, el viernes, ayer no hubo operadores en Estados Unidos, donde los mercados cerraron operaciones por tratarse de un día festivo.
Córdoba explicó que "el mercado continúa afectado por el nerviosismo y, en general, por un ambiente negativo de los inversionistas en los últimos días, en donde las cifras, en particular de Estados Unidos, han apuntado a una altísima probabilidad de recesión en ese país y los inversionistas lo que están viendo es que este escenario, que no estaba incorporado en las previsiones de los analistas, obligan a una recomposición de los portafolios, a tomar algunas utilidades en las inversiones y a la liquidación de una parte de su portafolio".
En su opinión, los analistas tenían previsto una desaceleración económica de Estados Unidos, pero no el escenario de una recesión y, muchísimo menos, de una recesión que podría ser profunda".
Según el presidente de la Bolsa, los nuevos inversionistas que recientemente ingresaron al mercado (a Ecopetrol e Isagen, entre otras) no deben salir corriendo por esta caída y deben considerar que se trata de inversiones de largo plazo.
"Debemos darles un parte de tranquilidad y de calma a los inversionistas que hace poco entraron al mercado", dijo. Y agregó: "Tomar decisiones de inversión o de liquidación de inversiones en estos momentos no es una muy buena idea, en particular, porque hay que estar bien informado de lo que está sucediendo y por qué está sucediendo o cómo va a evolucionar. Las personas que se vincularon a Ecopetrol o a Isagen, muchas de ellas están haciendo una inversión de largo plazo. Entonces, cuando uno entra al mercado pensando en el largo plazo, no debería dejarse afectar por estos movimientos de altísima volatilidad y altísima sensibilidad en los precios... Hay que tener calma y tranquilidad y esperar la evolución del mercado. Esta sería nuestra recomendación, porque luego de caídas pronunciadas debe venir un período de recuperación".
Sí cundió el pánico... Por su parte, Alvaro Camaro, vicepresidente de Stanford Bolsa y Banca, citado por la agencia Reuters, dijo que "recogimos el pánico mundial que ya se venía sintiendo. La gente prefiere salir de posiciones que representan riesgo".
Camaro también mostró preocupación por el elevado nivel de apalancamiento del mercado accionario local, que obliga a quienes adquirieron acciones con crédito a vender al precio que sea para pagar esas deudas. "A la gente la llaman a poner unas garantías y sale y remata las acciones a lo que sea. El nivel de compras al debe es altísimo".
Ese nivel de apalancamiento fue calculado en más de 672.000 millones de pesos, unos 350 millones de dólares.
Sin embargo, Emilio De Brigard, corredor de la firma Correval, dijo que "se ha sobredimensionado aquí la caída en el exterior. Pensamos en que se puede recuperar cuando salgan los resultados de las compañías y los anuncios de dividendos".
Carlos Arturo González Villa, corredor de la firma Ultrabursátiles, considera lo contrario y dice que la bolsa seguirá cayendo en los próximos días, no solo por la falta de medidas de fondo para frenar la recesión en Estados Unidos, sino por el efecto de los Repos en el mercado local, que ya suman 690.000 millones de pesos y que están obligando a los inversionistas a vender sus acciones a cualquier precio.
"Mucha gente está saliendo a feriar las acciones para responder por las garantías para invertir en los Repos. O pone plata o pone más acciones en su portafolio para fortalecer el patrimonio, o debe vender acciones para cubrirse", explicó González.
Una caída general Según las agencias de noticias AP, Reuters y Efe, los mercados bursátiles de Venezuela, Brasil, México y Chile, entre otros y los de Asia resintieron fuertes pérdidas ayer, en medio de una actitud pesimista de los inversionistas sobre el plan anunciado por el gobierno de Estados Unidos para evitar una recesión. La Bolsa de Caracas bajó 1,49 por ciento y su similar de Lima (Perú) en un 8,35 por ciento, hasta 13.472,93 puntos.
Entre tanto, la Bolsa de Valores de Sao Paulo también sucumbió al pánico que se apoderó de los mercados mundiales y su índice Ibovespa cerró con una caída del 6,6 por ciento, en contraste con el cierre del viernes, cuando había ganado 0,82 por ciento.
La Bolsa de Comercio de Santiago siguió el mismo camino y se desplomó un 5,03 por ciento en su principal indicador, el Ipsa. Y el Índice General de la bolsa chilena (el Igpa) también cerró con un descenso del 4,30 por ciento.
La Bolsa de Comercio de Buenos Aires no se quedó atrás de la caída general y bajó el 6,27 por ciento, mientras que su similar de México perdió el 4,43 por ciento en la jornada.
Las bolsas asiáticas y europeas también cayeron. Hong Kong bajó el 5,49 por ciento, Tokio, el 3,86 por ciento y Bombay el 7,4 por ciento. El índice español Ibex-35 lideraba las pérdidas entre las bolsas de la región: bajó el 7,54 por ciento, la tercera caída de su historia.
La opinión Juan Pablo Córdoba, ?Los que se vincularon a Isageno a Ecopetrol están haciendo una inversión de largo plazo y no deberían dejarse afectar por estos movimientos de altísima volatilidad. Hay que tener calma y esperar la evolución del mercado?.
Carlos Arturo González Villa, ?No tiene sentido que llevemos una semana cayendo por encima del 3 ciento y ayer -ya lo vimos- en el 7,65 por ciento. Es una exageración, pero es que la Bolsa nuestra es muy pequeña. La caída seguirá por un rato?.
Luiz Inacio Lula Da Silva, ?Estoy tranquilo. Obviamente que todos tenemos que estar con los dos ojos muy abiertos para saber lo que va a suceder con la economía estadounidense. Una posible recesión americana no afectará
el crecimiento de Brasil?.
El dólar interbancario cerró en $2.033
Según la opinión de Juan Nicolás Pardo, de Valores Bancolombia, la caída de ayer en la bolsa es la séptima consecutiva y una de las más altas desde junio de 2006. ?La incertidumbre que persiste frente a una eventual recesión de la economía norteamericana continúa favoreciendo la preferencia por activos seguros, lo que a su vez ha redundado en el crecimiento de la oferta de acciones?, indicó en la página web.
Entre tanto, el peso registró la mayor depreciación diaria frente al dólar desde el 16 de agosto de 2007, también afectado por el nerviosismo generalizado en los mercados accionarios en Europa y Latinoamérica.
Luego de abrir en 2,006 pesos, 31,90 pesos por encima del cierre del viernes, el precio del dólar en el mercado interbancario ascendió a un máximo de 2,036 pesos, para cerrar en 2,033 pesos (1,974.10 del viernes). El aumento de 58,90 pesos equivale a una depreciación de 2.98 por ciento y es el incremento más alto en un día desde el 16 de agosto de 2007.