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Capturado por doble homicidio andaba en el carro de su víctima
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FOTO RÓBINSON SÁENZ
Un acto de ingenuidad de parte de uno de los presuntos responsables de los asesinatos el pasado fin de semana de un italiano y su esposa, una abogada colombiana, fue el que lo dejó en entre dicho ante las autoridades.
Gustavo Adolfo Vélez Arango, de 34 años, aseguran los investigadores, iba a bordo de un carro particular Volkswagen de color negro que era propiedad de la mujer que murió, cuando se volcó muy cerca a la casa donde él vive.
El accidente fue en la carrera 31 con calle 30, barrio Loreto, de la comuna 9 (Buenos Aires), en Medellín, y ese supuesto verdugo reside en la calle 31 con carrera 30, es decir, a menos de una cuadra. El vehículo, que habría sido hurtado de la unidad residencial donde vivía la pareja, fue hallado en el lugar del siniestro con evidencias de la tortura a la que sometieron a las víctimas.
Dentro del automotor hallaron una media blanca de marca Calvin Klein, con manchas de sangre. Es idéntica a la prenda que amordazaba el cadáver de la mujer asesinada, María Clara Uribe Zárate, cuando lo hallaron en una vía pública aledaña a la Variante Las Palmas, muy cerca al Hotel Intercontinental. También fue encontrado un rollo de cinta de de iguales características al que utilizaron para atarla a ella y a su pareja de pies y manos. El cuerpo del extranjero, Marco Rallo, fue dejado en vía pública a tres kilómetros de distancia, en el sector ‘La Loma de Chuscalito’.
En el accidente, Vélez Arango habría sufrido la herida en su cabeza que requirió sutura en un centro asistencial al que él mismo se trasladó.
Todas esas pistas condujeron a que la Sijín de la Policía lo capturara en su residencia en la mañana del miércoles, y en la tarde fuera presentado ante un juez de control de garantías para las audiencias preliminares.
Por 500 millones
La investigación ha permitido establecer que el detenido, reseñado con los alias de ‘el Gordo’ y ‘Tavo’, no habría actuado solo en estos asesinatos. Por lo menos otras cinco personas también habrían ingresado al apartamento de la pareja, ubicado en el sector La Calera, de El Poblado, para torturarlos con golpes e intentos de asfixia mecánica, con el objetivo de que suministraran las claves de dos cajas fuertes que contenían 500 millones de pesos, según lo que han podido establecer las autoridades. El sometimiento logró el cometido con el comisionista de bolsa italiano y la abogada de una reconocida empresa administradora de pensiones y cesantías, por lo que finalmente pudieron sacar el dinero.
Las víctimas vestían pijamas y habrían perdido la vida dentro de su vivienda, por estrangulamiento. Los verdugos habrían sacado los cadáveres a bordo del carro siniestrado para dejarlos abandonados.
La inspección al apartamento también evidenció que los criminales estuvieron ingiriendo licor mientras llevaban a cabo su macabro objetivo.
Lo que aún es materia de investigación es cómo lograron ingresar los delincuentes al apartamento, en parte porque en el departamento de vigilancia de la urbanización aseguraron que el sistema de cámaras de seguridad se había dañado entre la noche del viernes y la madrugada del sábado.
Nada del dinero que supuestamente fue hurtado, fue recuperado en la captura de “el Gordo”.
Al procesado, un fiscal de la Unidad de Reacción Inmediata (URI) le imputó el miércoles los cargos de doble homicidio agravado, hurto calificado y agravado y tortura, que él no aceptó.
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